vive

lunes, 1 de diciembre de 2014

Pez

https://www.youtube.com/watch?v=INWZy3-Vw80

La vida, como patrocinadora de un discurso social, político, religioso, económico y terrenal, que se propagandea en afiches de papel por las calles, un camino lleno de cuestionamientos y de idas y venidas, cargada de un sin fin de choques contra la pared, esperanzas moribundas, libertades enjauladas y amargos destellos de nada. La vida, ese andar en el tiempo, ese jugar constante de sentimientos, de amores, de cosas que nunca terminan de descubrirse. Una vida marcada por una nacionalidad, un territorio, una familia, un adn, un nombre, una fecha de nacimiento, una bolsa de antepasados, y de aprendizaje. Somos pequeños puntos dando vueltas circulares. Todo se traslada a rotar, a transformarse, como las células del cuerpo que se van moviendo.
La vida, nuestra vida, como un formulario a llenar, a completar espacios vacíos y tratar de llenar hasta el final de los días, las paginas con palabras que resuenen a melodías. Hemos de nacer, tratando siempre tratando de seguir, de no detenernos, de no sentir ese misterio silencioso de la nada. Tratar de hacer de nuestra vida, la vida que todos esperan hacer pero que nunca estuvimos de acuerdo, tratando de sentir cada vez menos y de alejarnos de la fuente de energía, de donde venimos.
Muchas veces sentí que no era nada, que no podía decir que era un punto en un universo, una albergadora de miles de células, una persona, un humano, un ser con intenciones extraexistenciales. Muchas veces me sentí una contenedora de cosas, algo que podía guardar y guardar y nunca soltar. Sentía ese peso estrangulador de palabras sin ninguna importancia. El peso de la gravedad sosteniéndome a un centro que no me permitía ver mas allá de los cielos. Muchas veces, vagabundeo en busca de respuestas a tanto cuestionamiento, a este andar cansado de contener.
Hace poco que ya no busco afuera, he decidido que todas mis preguntas no tienen respuestas si no las busco dentro. Decidí tener la valentía de vivir, de saber que respirar me permite existir y que cada órgano, para funcionar en su eficacia debe, inevitablemente, ser consiente de que vive para cumplir una función y que yo como contenedora de todos esos órganos soy la responsable de que esa comunidad de vida funcione en las mejores condiciones. Decidí que soy un ser energeticamente lleno, no estoy vacía, tengo la energía suficiente para satisfacerme y satisfacer a los que me rodean. Decidí que soy mujer y que solo soy contenedora de una cosa... de un nuevo ser que se esta preparando para venir al mundo. Soy contenedora de la vida, gestadora de una vida que me eligió para habitarlo,que eligió mi cuerpo para formarse y que puedo darle todo lo que necesita para crecer. Soy energía en transformación. Estoy en conexión con mis sentidos y ese cordón nos conecta y nos hace uno. Crear un vinculo poderoso, que te hace vivir, pero no desde ese andar en el tiempo, sino desde un compartirte y aprender,siempre aprender a dar, a dar, a dar.
Hace unas semanas que hay un pez nadandome el alma, un pez capaz de cambiar en mi cualquier cosa y de llenarme de mar el vientre.
Soy. Madre. y pecera.