Yo hablaba de peces, hace un siglo que vengo hablando de peces: bajo la piel hubo alguna vez agua salada, milagro alcalino, y de esta quedo apenas alguito, la fauna, nadandonos la sangre y los huesos... y eso que llamamos instinto, reconocimiento(eso que se siente como luna arrinconada en la panza) no es mas que peces: queriéndose pájaro, queriéndose flores ingrávidas naciendo de los poros, dos mitades escamadas de corazón o de damasco, de un salto uniéndose en el aire... a algunos peces no les importa si tienen que dejar la vida en el salto, ser apenas por un segundo un libro, un librito en el aire (tal vez ilegible por pequeño y fugaz, pero aun asi libro,libre) y claro que hay otros que se sabrán portadores de algo mas grande que su mero instinto de saltar fuera del agua, de la piel y buscaran de nuevo el camino al elemento,pero bajo los océanos de otra piel.
Y entonces los peces se mezclaran, y cada cardumen tendrá un nuevo color, y cada océano en cada persona criara colores nuevos, y aunque algunos colores desenfoquen o duelan un poco, se sabe (todo pez y todo océano sabe aunque no lo sepa) que querer conocer y comprender algo, es ya comenzar a amar ese algo.
nota: todo pez que dejes salir o entrar,dolerá, sea este beluga o mojarrita, pero océano: no hay otra manera de mantener vivas tu flora y tu fauna.
océano: aprendamos a ser rio, arroyo, charca.
M. 26 de junio 2011