He de agotar mis letras, cansarlas de tanto guardarlas y mandarlas en alguna nube sureña. Debería de existir el correo de abrazos y los pañuelos voladores para dártelos en esta madrugada.
Hoy tengo un nudo en la garganta y lo saco para convertirlo en párrafos llenos de tristeza, porque todavía no aprendo a decir las palabras adecuadas cuando alguien pierde a un ser querido, tal vez muchas estén de mas y solo el silencio llegue a transmitir todo lo que quisiera decir.
Todos los dias nacemos y morimos como nace el sol y llega la noche, la vida es una constante ida y vuelta, que tal vez nunca lleguemos a entender, pero si de algo estoy segura es de que todo lo que somos hoy es parte de ese pasado que continua en la memoria cotidiana. Los recuerdos son un aprendizaje a nuestras acciones, para crecer y volar alto.
Voy a escribirle a la vida porque gracias a ella te conocí pero también voy a escribirle a la muerte para que lleve mi canto a ellos, a los que se alejaron por un tiempo, pero que un día todos iremos por esa misma vía.
No hay explicaciones para algunos sucesos, si tratamos de entenderlos seguramente terminaremos por echarle la culpa a algo o a alguien. La vida une y la muerte lo deshace todo, con el mismo soplo que salimos del vientre de nuestras madres, pero no hay poder con eso, y de nuestra actitud va a depender la manera con que comprendamos los ciclos de la vida.
Desde chiquita me enseñaron en la escuela que todo lo que moría en la tierra se convertía en nuevas vidas, y crecí pensando en que mi abuelo seguía viviendo ahí en mi corazón porque el había sembrado interminables historias y experiencias que muchas veces se regaban con mis lagrimas, y que hoy son el fruto de mi esencia.
Solo voy a decirte fuerza, para que su semilla nazca en vos y se renueve, fuerza para que el pedazo que dejó en tu corazón nunca muera, fuerza para que tu sonrisa le permita la plenitud de la paz.
Silencio
http://www.youtube.com/watch?v=PpcM_bJai80
